Los pies soportan toda la estructura y peso del cuerpo, pero ese no es su único sacrificio:en las plantas, hay infinitas y delicadas terminales nerviosas conectadas a todos los órganos y por eso, para el masaje oriental, son el punto central del relax y la vitalidad, al mismo tiempo.
Si al finalizar cada día, usted quiere hacer una verdadera terapia relajante y vigorizante, empiece por sus pies.
Quítese los zapatos y medias y deje respirar sus pies durente unos minutos.Luego, acuéstese en la cama y repose con las plantas apoyadas sobre la pared, unos 10 minutos.
Y ahora, ponga manos a la obra. Prepare un baño con agua caliente, sales minerales y aceites esenciales de menta, manzanilla, malva o eucalipto (puede usar uno o todos ellos). Sumerja sus pies hasta los tobillos y repose media hora o hasta que el agua esté muy fría.
Seque muy bien y agregue a una muy buena crema hidratante unas gotitas de los mismos aceites más tea tree (desodoriza y combate los hongos) y masajee las plantas desde los talones hacia los dedos y luego a la inversa, haciendo presión con sus dedos. Verá como disfruta de un renovado descanso y bienestar.
Si hace tiempo que no usa el polvo de hornear y tiene dudas acerca de su estado, haga una prueba antes de incorporarlo a su preparación.
